martes, 2 de diciembre de 2008

Disminuir el paso

Normalmente la gente tiende a pensar, o por lo menos es un recurso demasiado extendido que el motor que mueve al mundo es el amor.O Amor, como se quiera.
Yo siempre he pensado que en realidad hay 2 fuerzas que nos mueven y hacen que esto siga rodando: la Esperanza y la Pasión. Y entiéndase Pasión así, en mayúsculas, en su máximo sentido y no en la ridiculez en la que la han convertido en películas y documentos de medio pelo. Pasión en su versión del Romanticismo más exhacervado, el que a mi me gusta.

Ayer vi un corto de Iván Hermés protagonizado a la par por estrellas tanto del cine (Hugo Silva y Jordi Vilchez) como del deporte (Abel Antón) y por los chavales de ANPE Soria. El corto está basado en una historia real, de un chico que sufrió una lesión en plena carrera de las olimpiadas para personas con capacidades diferentes y el resto de los competidores se pararon a levantarlo y ayudarlo a que cruzara la meta primero.
No conocía la historia y sinceramente me emocionó. Investigué y encontré un blog donde explicaban el caso ( blog de Carlos Luksic Nava) en el post que os pego a continuación:

“Disminuir el paso y cambiar el rumbo…”

Hace algunos años, en las olimpiadas para personas con capacidades diferentes de Seattle, también llamadas “olimpiadas especiales”, nueve participantes, todos con deficiencia mental o física, se alinearon para la salida de la carrera de los cien metros planos.A la señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de si, terminar la carrera y ganar el premio.
Todos, excepto un muchacho, que tropezó en el piso, cayó y rodando comenzó a llorar…
Los otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron el paso y miraron hacia atrás.
Vieron al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron… ¡Todos!Una de las muchachas, con Síndrome de Down, se arrodilló, le dio un beso al muchacho y le dijo: “Listo, ahora vas a ganar”. Y todos, los nueve competidores entrelazaron los brazos y caminaron juntos hasta la línea de llegada.
El estadio entero se puso de pie y no había un solo par de ojos secos. Los aplausos duraron largos minutos, las personas que estaban allí aquél día, repiten esa historia hasta hoy.
¿Por qué?
Porque en el fondo, todos sabemos que lo que importa en esta vida, más que ganar, es ayudar a los demás para vencer, aunque ello signifique disminuir el paso y cambiar el rumbo.
“Ojalá que también seamos capaces de disminuir el paso o cambiar el rumbo, para ayudar a alguien que en cierto momento de su vida tropezó y que necesita de ayuda para continuar”

La historia entronca, a mi modo de ver, con esa esperanza en su grado más pleno y sobre todo con la pasión con la que viven ciertas personas de las que sin duda deberíamos aprender todos.
Llevo 2 días buscando y no he encontrado el corto en otro formato mas que en un vídeo de la pagina del diario deportivo Marca en su versión digital.

Así que os pego el enlace dónde podéis verlo por el momento así cómo los enlaces oficiales del corto. Si alguien conoce donde encontrar un formato más decente o quiere aportar cualquier dato por supuesto sera bien recibido.

http://www.marca.com/edicion/marca/corporativo/es/desarrollo/1128326.html

Espero que os emocione la mitad de lo que me emocionó a mi.

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